El calabacín es una verdura muy frecuente en la despensa de cualquier cocina y que probablemente hayas comido ciento de veces, pero…¿has oído hablar de su flor y sus usos culinarios?
Efectivamente, esta bonita y elegante flor es empleada principalmente en la gastronomía mexicana, italiana, e incluso japonesa, para elaborar diferentes recetas gracias a su delicioso sabor y por sus beneficios para la salud. ¿Quieres saber más sobre sus cualidades? Aquí encontrarás toda la información y los mejores consejos sobre cómo cocinarla.
¡Vamos allá!
Características de la flor de calabacín
La flor de calabacín también se la conoce con otros nombres como flor de auyama, pipián, ayote, zapallo, zucchini, etc. Se trata de una flor grande con un cáliz pedunculado, formada por 5 pétalos en forma de embudo que recuerda a un antiguo gramófono.
Cuando florece su color es verdoso y amarillo volviéndose en un intenso amarillo-anaranjado en su madurez. Son muy bonitas pero no tienen olor.
La variedad comestible más consumida es la Cucurbita pepo (nombre científico) que se consume en verano, finalizando la época de floración. Pertenece a la familia de las cucurbitáceas y es originaria de la cultura mesoamericana, algunos datos revelan que se llevan cultivando desde hace más de 10 milenios.
Entre los tipos de calabacines más cultivados destacan: los minicalabacines; los calabacines negros (verde muy oscuro) Samara y Sofía; los verde claros Clarita y Grisón; los amarillos y los redondos, son verde oscuro pero de forma esférica.
Flores masculinas y flores femeninas
La planta del calabacín es monoica, esto quiere decir que en la misma mata crecen flores masculinas y femeninas, y ambas son igualmente comestibles. ¡Por cierto! Echa un ojo a otras flores comestibles que existen. Seguro que encuentras inspiración para crear nuevas recetas ;)
Las flores masculinas y femeninas del calabacín se diferencian en su aspecto y función:
- Flor macho: tiene un tallo largo que llega hasta la raíz y contiene un estambre donde se produce el polen. Su función es polinizar a las flores que le rodean, una vez cumplida su misión, se desprende y cae.
- Flor hembra: en esta ocasión, cuenta con un pistilo y se sitúa sobre una base gruesa y corta, que una vez polinizada, engordará convirtiéndose en el futuro calabacín. En caso contrario, solo será un tallo grueso sin fruto.
A nivel gastronómico, es más interesante la flor macho ya que las flores femeninas no se pueden arrancar hasta que no haya engrosado el fruto para no interrumpir el proceso. Sin embargo, las flores masculinas una vez han polinizado no tienen otra función.
Los Cuidados de la flor de calabacín
Durante la cosecha, el calabacín necesita sol y temperaturas cálidas o templadas de entre 18 y 25°C para un óptimo crecimiento, y para evitar que las flores caigan es necesario regar regularmente.
Cuando quieras degustar un exquisito plato con flores, lo mejor es comérselas el mismo día que las recojas para poder aprovechar al 100% todas sus propiedades. Si no es así, debes almacenar las flores en tu nevera durante 2 días máximo, puedes hacerlo envueltas en periódico y dentro de un recipiente cerrado.
Al momento de cocinar tus flores de calabaza, lávalas con mucho cuidado ayudándote de un bol con agua y sécalas suavemente. Recuerda quitar el pistilo para no amargar la comida, ahora ya están listas para cocinarlas.
Propiedades de la flor de calabacín
La flor de calabacín es un alimento compuesto de 90% agua y ofrece diversas propiedades saludables e importantes para nuestro organismo:
- Complejo vitamínico B, y vitaminas A, C.
- Minerales como: magnesio, calcio, hierro, potasio y fósforo.
- Muy bajo en grasas saturadas y colesterol.
Y nos aporta distintos beneficios para la salud, principalmente:
- Retrasar los efectos del envejecimiento.
- Reforzar el sistema inmunológico.
- Inhibir el desarrollo de las células cancerosas.
- Favorecer el correcto crecimiento en niños y adolescentes.
- Prevenir patologías visuales como: cataratas, retinopatía diabética y degeneración macular.
Usos del calabacín en la cocina: las mejores recetas
La flor de calabacín es un manjar de textura carnosa y jugosa, su delicado sabor ligeramente dulce es muy similar al de las almendras y flores blancas. Un truco para potenciar su sabor es mezclar las flores con epazote (hierba aromática) y sal.
Puedes prepararlas como más te guste, tanto si están abiertas como cerradas ya que esto no afecta a su sabor sino a la manera de cocinarlas y a su textura final. Habitualmente se comen rellenas, al vapor, fritas, en cremas, sopas, hojaldres…
Flores de calabacín fritas
La flor de calabacín en tempura es un delicioso aperitivo o entrante muy fácil de preparar. Sólo tienes que mezclar bien harina, sal y cerveza hasta formar una masa homogénea para el rebozado. Puedes sustituir la cerveza por agua si lo prefieres.
Una vez pasadas las flores por la pasta elaborada, fríelas en aceite y sírvelas calientes para disfrutar de un bocado ¡bien crujiente!
Como ingrediente en pizzas
¿Quieres sorprender a tus invitados con una pizza original? Incluye algunas flores de zucchini para darle un toque italiano que seguro que les encantará. Prepara tu pizza con los ingredientes que más te gusten: carne, pescado, anchoas, verduras y todo tipo de quesos. Una receta fácil, rápida y deliciosa.
Para hacer risotto
Otra de las recetas de cocina que no pueden faltar es el risotto con flor de calabaza. Este plato proviene de la gastronomía romana y es un plato fino, suave y distinguido para disfrutar e impresionar a cualquier comensal. Sólo tienes que preparar tu risotto de siempre y añadir las flores cortadas en juliana cuando queden 1 o 2 minutos de cocción. ¡Y listo para comer!
En ensaladas
¡Por supuesto, también se pueden comer crudas! Aprovecha el verano para comer más ligero y saludable con una ensalada fresca con flores comestibles, lo que hará que sea un plato exquisito e irresistible.
Flores rellenas
Por último, otra receta muy típica para cocinarlas es rellenando la flor con parmesano y ricota rallados bien mezclados y sazonados con sal, pimienta negra y nuez moscada. Se cierra juntando las puntas de los pétalos, y se enharina para freír. Un truco para conseguir un crujiente extra es pasarlas por huevo batido después de enharinar y después volver a enharinar.
Ahora que ya sabes todo sobre la flor de calabacín ¡disfruta en tu cocina creando todo tipo de recetas!