Las plantas suculentas ya son un básico de decoración en miles de casas, su bonita forma y fácil cuidado las convierte en una de las mejores opciones para interior. Las hay de muchas variedades y estilos y con los cuidados adecuados, brillarán como ninguna. Aquí encontrarás más detalles sobre los tipos, cuidados y consejos para plantas suculentas o crasas.
Dale un toque de verde a cualquier rincón de tu hogar con una suculenta, será el detalle final que necesitas para aportar frescura y alegría a tu entorno. Verás que una vez te hagas con la primera, querrás añadir más y más a tu colección, sus formas y variedades no dejarán de sorprenderte y si sigues los consejos que te damos no tendrás bajas inesperadas por un mal cuidado.
Y además añade un poco más de encanto con alguna de nuestras plantas naturales que tenemos para ti. ¡Son increíbles!
¿Qué son las plantas suculentas?
Las plantas suculentas o crasas son un grupo de plantas que almacenan el agua en sus hojas, tallos y raíces. Esto mismo hace que suelan tener hojas carnosas y gruesas en la gran variedad disponible. Se adaptan muy bien a todos los ambientes, pero donde más prosperan es en climas secos y poco húmedos. Demasiada humedad en el ambiente o riego, puede ser mortal para las mismas.
Normalmente, se encuentran en regiones áridas, no obstante, también pueden verse en zonas de vegetación frondosa, todo dependerá de la humedad de la zona en cuestión y la temperatura. Hay más de 60 variedades de suculentas y la mayoría prefieren temperaturas cálidas, no son capaces de soportar temperaturas muy frías o heladas.
Variedades y tipos de plantas suculentas
Si ya sabes que quieres añadir una suculenta en casa, pero no sabes por dónde empezar a buscar, estas son las principales variedades de plantas suculentas:
- Yucas: Estas suculentas provienen de zonas áridas, son nativas del Norte y Centroamérica. Se caracterizan por sus rosetas de hojas con forma de espada y suelen tener una medida pequeña. Su crecimiento es lento, llegando a unos 30 centímetros anuales si las condiciones lo permiten.
- Aloe: Esta variedad recoge más de 500 especies, entre ellas, el Aloe Vera, una planta que muchos no asocian con las suculentas, pero que forma parte de la especie.
- Echeveria: Son de las más populares dentro de las suculentas, son fáciles de cuidar y pueden vivir sin problema en interior. Hacen una forma de flor con las hojas y las hay lisas o con pequeños pelos, como la Echeveria Pulvinata.
- Argyroderma: Esta suculenta con flor es de lo más curiosa, crece con una forma que podría recordar a un huevo partido por la mitad. Las hojas son grandes, acumulan mucha agua y tienen un color verde claro. Cuando florecen lo hacen con flores de colores intensos.
- Lithops: Estas suculentas parecen piedras cuando no están florecidas, tienen una textura suave y las tonalidades de las hojas pueden ir variando. Cuando florecen son todo un espectáculo, tiene grandes flores amarillas en el centro de la planta.
- Cactus: Todos los cactus son suculentas. Son una familia particular dentro de las suculentas y hay más de 1500 especies conocidas. Podrás escoger entre todo tipo de formas o tamaños.
- Sempervivum: La mejor opción para principiantes. Destacan por su resistencia y facilidad de propagación en ambientes cálidos. Estas plantas mueren cuando florecen, pero ellas mismas se multiplican para seguir creciendo.
- Haworthia fasciata: Esta planta tiene un intenso color verde oscuro y manchas en color blanco con relieve, para muchos su patrón recuerda a las cebras. No crecen demasiado, unos 10 cm aproximadamente y sus flores son pequeñas y de color rosado o blanco.
- Hatiora gaertneri: Esta planta brilla por sus bonitas flores y se la conoce con el nombre común de ‘Cactus de Navidad’. Su forma es más que curiosa, crece bastante y resiste bien al frío.
- Graptopetalum: Una de las favoritas para decorar por la forma de flor que hacen sus pétalos y el tono verde azulado de sus hojas. No tienen tallo y crecen con facilidad en interior o exterior.+
Diferencia entre plantas crasas o suculentas y cactus
Las suculentas y los cactus tienen más relación de la que aparentan y es que todos los tipos de cactus son suculentas. Todos los cactus vienen de la familia de las suculentas y forman una variedad que agrupa más de 1500 especies. Es por este motivo que son tan difíciles de diferenciar. No todas las suculentas son cactus, estos son una variedad con características propias, pero podríamos decir que las plantas crasas y los cactus son hermanos de una misma familia.
Se pueden diferenciar por su aspecto, pero debes tener en cuenta que no todos los cactus tienen espinas. Se diferencian por los cuidados que requieren y la manera en la que almacenan el agua.
Cuidados de las plantas suculentas
Los cuidados de las plantas suculentas son aptos incluso para los más torpes de la jardinería, no requieren apenas trabajo y se mantienen de maravilla en todo tipo de ambientes. Si sigues estos cuidados ayudarás a tu planta a crecer fuerte, sana y podrás evitar plagas o deformaciones en sus hojas.
No te excedas con el agua
Las necesidades de agua de estas plantas son de lo más escasas, estas la almacenan en su interior y un exceso podría ser letal para ellas. Recuerda que son capaces de absorber la humedad del ambiente y retenerla en sus tallos y hojas, evita saturarla con riegos frecuentes.
En los meses de calor puedes hacer un pequeño riego una vez por semana, en los meses de frío con un riego cada dos o tres semanas será más que suficiente. Si tu casa es muy húmeda, puede que necesites espaciar aún más los riegos.
Evita el sol directo en las hojas
Las suculentas necesitan mucha luz para prosperar, pero evita que estén expuestas al sol directo, ya que esto podría quemarlas. Sabrás que tienen demasiado sol porque se empiezan a poner rojizas. Por otro lado, si se empiezan a poner pálidas y pierden color, sabrás que necesitan aún más luz para crecer.
El drenaje es esencial
Estas plantas se llevan más que bien con el agua, pero no pueden encharcarse, esto podría ser mortal para ellas y acabarían muriendo por exceso de agua. Opta por un tiesto con drenaje y evita poner platos que acumulen el agua debajo.
Debes eliminar el exceso de agua después del riego. En caso contrario, la planta absorberá más agua de la que puede mantener y sus pétalos se acabarán muriendo.